martes, 27 de julio de 2010

CLINISBUD,BERLANGA Y LA ÉPICA DE LA ROJA

Quienes me conocen, sabrán que (a mi pesar) he pasado todo el mundial callado, reservando mis comentarios más profundos sobre el fenómeno politicoeconomicosocialfubolístico que, por lo visto y vivido, invadió y sacudió nuestro país hace unas semanas.
En varias ocasiones me puse frente al portátil para abrir los ojos al respetable sobre todo lo que estaba pasando en nuestro país tras esa cortina de humo llamada "Mundial de fútbol": PAN, FÚTBOL Y CIRCO o BANDERITA TÚ ERES GUALDA, BANDERITA TÚ ERES ROJA son los títulos de dos post a medio escribir que quedarán como proyectos en el olvido. Y es que, con el precedente del "Caso Nadal" y su annus horribilis justo después de publicar Nadalvisión Española, no me apatecía desafiar al destino de nuevo y que se me achacase la derrota de la selección en cuartos.
Lejano el campeonato, Iniesta y Casillas semiolvidados, Mourinho como foco de atención y con las banderas desapareciendo de ventanas y balcones, lo normal era escribir a temas veraniegos, al bocadillo de filete, centrarme en temas cinéfilos en el Blog Palomitero... pero ni éste es un blog normal, ni el destino quería que pasase por alto todo lo que sucedió en los meses de junio y julio.
Ayer vi Invictus, de Clint Eastwood, y tuve más claro que nunca que debía escribir el post global y definitivo sobre la locura futbolera que nos invadió (a mí inclusive, que me sorprendí botando y gritando el gol de Iniesta. Pero sobre esto escribiré con mayor profundidad en el Blog Palomitero en los próximos días) Sin pinchar la película a quienes no la han visto diré que trata del Mundial de Rugby de 1993 que tuvo lugar en Sudáfrica y de cómo Nelson Mandela aprovechó y utilizó este evento para unir su nación. Una película muy bonica con deportes, sentimientos y esas cosas.
Aunque me gustó, al terminar de verla y comenzar a digerirla, no pude evitar pensar en el planteamiento que podría haber hecho Clinisbud (fonéticamente me resulta más fácil y rápido de escribir) de lo que acaeció en nuestro país alrededor del Campeonato del Mundo de Fútbol:
La preocupación del presidente de nuestra nación sobre la enorme repercusión que la victoria tendría en la unidad de los ciudadanos, en la necesidad de que todos los españoles se sintiesen identificados con los colores de la camiseta, en la importancia para el bienestar patrio de traer el trofeo a casa... consciente de que la solución a la crisis económica pasaba por la victoria en el Mundial.

El momento más interesante, su reunión con Casillas. Bueno, mejor con Iniesta. Un café distendido, un paseo por los jardines de Moncloa y una frase lapidaria, de las que hacen historia: "Andrés, este país anda perdido. Vaga buscando ídolos, iconos, héroes de carne y hueso a los que seguir y sobre los que construir su presente, concliliar su pasado, cimentar su futuro. Como presidente no puedo exigirte nada. Como español te pido que ganes el mundial. España necesita este trofeo."
Le veo en un gabinete de crisis, tras la derrota con Suiza, debatiendo con el secretario de estado para el deporte y el director de RTVE la necesidad de programar el Tour en la primera, de hacer programas especiales sobre Lorenzo y Pedrosa, de comprar los derechos de los partidos de Nadal... para intentar mitigar el varapalo que podría suponer la descalificación de nuestro equipo en la primera fase. "Maldita sea, Lissabetzky. No seas pájaro de mal agüero. Aún no está todo perdido. Son jóvenes fuera de casa, chavales desorientados que necesitan una figura materna que los ampare. Llama a la reina para que vaya a hacerles una visita."
Imagino a Del Bosque, al finalizar el encuentro con Suiza decir a sus jugadores: "Chavales, callad y escuchad... Éste es el sonido de la derrota. Y va a ser la última vez que lo oigamos".
Casillas, en el descanso de la final, justo antes de comenzar la prórroga, diciendo a sus compañeros: "¡Ánimo chicos! ¿No lo oís? No estamos solos en el campo, España entera juega con nosotros".
Tras la victoria, su regreso. Las palabras del rey: "Unos jóvenes fueron a Sudáfrica a defender una camiseta, unos colores, un país. Unos hombres se alzaron con el triunfo y nos traen esta copa. Dios quiera que nos sirváis de inspiración a vuestros gobernantes." Y la respuesta de Iniesta al monarca: "Majestad, no somos más que jugadores de fútbol. Si hemos hemos logrado hacernos con el campeonato ha sido porque nuestra inspiración han sido 47 millones de españoles. Ellos son los auténticos héores. Ellos son los ídolos a los que deben seguir, a los que deben servir."
Tras estas palabras, fundido en negro. Títulos de crédito e imágenes reales del mundial.
Pura Épica.

Pero... La película de nuestro mundial, para poder aunar y reflejar todo, tendría que ser filmada por Berlanga. ¿Quién si no él, siempre con guión de Rafael Azcona, sería capaz de mostrarnos aquellos detalles tan nuestros, tan españoles, que escapan al tratamiento de Isbud?: El morbo levantado por la relación entre el portero (de fútbol) de la selección y una de las periodistas que cubrían el evento, las incendiarias declaraciones del exseleccionador contra el actual, las estrategias de márketing de empresas y comercios que no contaban con la victoria de nuestro equipo, los tejemanejes del gobierno aprovechando la cortina de humo que supone un mundial, la beatificacion/santificación de unos jugadores que han cobrado cifras astronómicas por ganar el campeonato, la imagen de la reina saludando a un jugador en paños menores, los 1001 chistes y grupos aparecidos en feisbuc tras cada partido, la triste despedida del mundial de Manolo el del Bombo por enfermedad y su campaña recaudando dinero para volver, los reportajes, programas y entrevistas imposibles hechos por las diferentes cadenas buscando noticias e historias originales y simpáticas para cazar la audiencia, el hecho de que, después de tropecientos años retransmitiendo competiciones y partidos oficiales, ahora que RTVE no tiene los derechos, la selección arrase adonde va, un himno patrio que se puede cantar con loroloro, ninoniiino, o con chundachunda, la ausencia de noticias de actualidad más allá de las relativas al balompié (ni crisis, ni paro, ni subida de impuestos, bajada de sueldos a funcionarios...), la venta de banderas y bufandas patrias en comercios chinos, la gente echándose a la calle y bañándose en fuentes para celebrar las victorias (¿dónde estaban cuando Cela ganó el Nobel?), y lo del pulpo. Lo del pulpo merece un punto aparte.

Personalmente mi enfoque de la película se centraría en la ardua e infructuosa búsqueda por parte de un joven de una camiseta de la selección con la que ver la final. No obstante, debería ser un relato postapocaliptico, (perdón, postmundialístico) en el que se tratase la campaña de beatificación del Pulpo Paul -que predijo la victoria de la selección desde su acuario en Alemania- y a partir de la cual, a modo de flashbacks, se hablase de todo lo vivido los días del mundial. Al final del film, la típica escena crepuscular "made in América"de la bandera de nuestro país ondeando (entre las franjas rojas, en el centro de la gualda, nuestro escudo agarrado por los tentáculos de un pulpo) sobre uno de los campos de fútbol de Espaulña.

miércoles, 7 de julio de 2010

EL TRUCO DEL NUEVE

Dejando aparte el manido debate sobre si la programación infantil de ahora es o no educativa, si trata o no a los niños como idiotas, o si es mínimamente decente..., aquí dejo un video de los Payasos de la Tele sobre cómo aprenderse "La Tabla del Nueve"