martes, 26 de julio de 2011

SI VAS A BERLIN (I): BERLIN, BABEL

Miércoles, 20 de julio de 2011
Cafetería del Hotel Alexander Plaza
Berlín.

La de hoy ha sido una sensación nueva, a la que nunca me había enfrentado: la terrible impotencia de no poderme expresar en condiciones mínimamente decentes, de no saberme hacer entender.
En plena era de la globalización, del boom tecnológico, con el dominio de internet como nuevo dios omnipotente que condiciona e incluso somete nuestras vidas, lo mismo da que el español sea la segunda lengua por número de hablantes (tras el chino mandarín), si no tienes conocimientos del idioma de Shakespeare, no eres más que un simple y llano analfabeto.

Mientras escribo estas líneas en la barra del bar del hotel oigo de fondo las conversaciones en alemán del resto de huéspedes y me siento completamente aislado, fuera de este lugar: aquí somos el papel, el bolígrafo y yo; el resto de personas que llenan el local no son más que "espíritus invisibles" que me rodean, y sus palabras tan lejanas y monótonas como el rumor de las olas de una playa.
Y todo esto respecto al alemán. Hablar de inglés sería triste, demasiado triste. Casi el 90% de todo panel informativo, servicio público o texto que pretenda ser leído viene acompañado por su traducción al reinounidense. Traducción, que dicho sea de paso, dista (a años luz) de las que estamos acostumbrados a ver en nuestro país (nada de 2 o 3 palabras que resuman un párrafo: aquí es necesario dominar la gramática inglesa para evitar perderse en el "laberinto teutón")

Martes, 26 de julio de 2011
Cocina de mi casa
El Puerto.

Hasta aquí la realidad. Una realidad que no por simple y llana deja de ser bastante dura: la gran mayoría de los españoles no estamos hechos para la vida europea.
Ahora llega el turno al surrealismo berlanguiano que tan bien se nos da a los habitantes de la piel de toro: existen 1001 formas de hacernos entender más allá de nuestras fronteras. Yo, en Berlín, he llegado a practicar 3:
1. "Mai inglis leval is bad"
Más allá de los 4 meses de infierno que pasé este curso en la Escuela Oficial de Idiomas, de todo el cine inglés y americano subtitulado, las clases particulares que di en COU o los 4 años de instituto, parece ser que mantengo intacta la mayor parte de las clases de inglés de primaria de la "sita Juani" (nociones básicas de vocabulario de andar por casa y gramática básica de oraciones simples) Nada de "present/past perfects, simples or continuous", simple y llanamente, el nivel de Tarzán.
Un nivel de conocimiento bastante aceptable para conseguir que quien escuche (a ser posible alguien joven, que sepa excusar los errores lingüísticos que encadeno) se familiarice con mi escaso nivel y sepa dar una respuesta a la altura de las circunstancias.
2. "Mai feis espix beter dan mai mauz"
Y quien dice cara, dice mano brazos, cuerpo... Afortunadamente, el corporal viene siendo un idioma universal, válido en cualquier parte del mundo, y casi del universo, y aplicable a una gran cantidad de situaciones.
Comer, beber, hambre, dormir, fiesta, dinero, esto, eso, nosotros, frío, correr... Seguro que todos hacemos los mismos gestos para representarlos.
3. "Mmm... eeeee... mmm... ¿como coj--nes se dice edificio en inglés?"
Fonéticamente suele ser bastante fácil identificar en inglés a un español con dominio bastante limitado del idioma. Suele ser el que, en mitad del atasco por no recordar una palabra o expresión, en lugar del "fuck" suelta uno de los 1001 improperios más usados de la lengua española (coj--nes, c-ño, cagüen la p-ta...)
Dice la leyenda que, en ocasiones, en pleno "momento indignación", el interlocutor suele saltar, y tras un "¿español?" la conversación se retoma en cristiano/román paladino en un ambiente bastante distendido.

Al final no queda otra que ponernos a estudiar inglés si queremos ver un poco de mundo... y que no digan eso de "¿español?" en cuanto abramos la boca.

Pd: Edificio en inglés es bildin.