martes, 13 de marzo de 2012

CONVERSACIONES CON LA MÁQUINA DE CAFÉ


Colaboración para Proyecto Iris

Después de mucho tiempo detrás de ella, y tras continuos problemas y cancelaciones, aprovechamos un “huequito” en una hora libre para conversar tranquilamente con uno de los pilares fundamentales sobre los que se cimenta la labor educativa del IES Ciudad de Algeciras; alguien sin cuyo trabajo, la labor docente resultaría (sobre todo a primeras horas) insufrible: la máquina de café de la sala de profesores.

FG- Ante todo, y en primer lugar, muchísimas gracias por brindarnos esta oportunidad de conocerla un poco más. Sabemos que no ha sido fácil hacernos un hueco en una agenda tan apretada como la suya, todo el día enchufada y atenta a las necesidades y peticiones de nosotros, el profesorado.

MC- Ja, ja, ja… más que el profesorado, todo el personal del centro. Pero dejémoslo así, con toda esta presentación y palabrería me vas a hacer ruborizar, dicho así, parece que soy alguien importante.

FG- Créame, para muchos eres esa “pila” que nos hace funcionar. Al hilo de su comentario, la primera pregunta resulta obligada: ¿Cómo lleva alguien como usted, cuya labor es tan importante para el funcionamiento del centro y de sus trabajadores, ese papel secundario al que parece encontrarse relegada? Aquí, en un rinconcillo oculto de la sala de profesores…

MC- Pues no sé qué decirte… bueno sí, por favor, nada de usted, me haces sentir mayor… y después de tantos meses, creo que hay confianza… La verdad es que no le doy mucha importancia a mi emplazamiento, no me fijo en eso. Además, lo que para ti puede ser un rinconcillo oculto, para mí es un lugar íntimo y agradable donde disfruto de la compañía del frigorífico, el microondas, el tostador… Y con respecto a lo primordial de mi labor, se lleva con cierto orgullo. No resulta fácil suplir las carencias de una cafetería de instituto y mantener los niveles cafeínicos del personal del centro. Pero se lleva con satisfacción.

FG- A propósito de su labor, imagino que trabajar en un lugar tan privilegiado en un centro educativo como la sala de profesores debe hacerle testigo de mil una anécdotas, historias y comentarios… ¿podría compartir alguna?

MC-¡Bueno! Podría pasar horas y horas hablando de todo lo que sucede y se cuece dentro de la sala de profesores, aunque lamento decir que “lo que pasa dentro de la sala de profesores se queda en la sala de profesores”. Lo que sí puedo decir es que reina muy buen ambiente.

FG- Dejemos aparte el centro y sus integrantes. Háblenos un poco de usted…

MC- Pues… soy una máquina de café. Jajajajajaja. Técnicamente podría decir que soy una máquina Azkoyen modelo Tempossl, perteneciente al Grupo Azkoyen y distribuida por Gazul Vending. Ofrezco hasta 10 tipos de productos: café solo, solo largo, cortado y con leche, capuchino, chocolate, chocoleche (el colacao de toda la vida), leche manchada, leche y té. Dando la posibilidad de optar por descafeinado, más o menos azúcar, y el uso o no de vaso de plástico. ¿Un secreto? La leche es en polvo.

FG- Imagino que conocerá la polémica suscitada en torno a la arbitrariedad con la que distribuye los palitos para remover el café…


MC- Pues sí que ha llegado a mis oídos. Aunque no deja de ser frustrante ver la taza llena de palitos sobre la mesa, comprendo la desconfianza. Pero… verás… ya se sabe… trabajar en la enseñanza puede ser muy estresante… y, como todos, hay días y días…

FG- Veo que hay compañeros a la espera de hacerse con uno de tus cafés, no te robo más tiempo. Muchísimas gracias por este ratico. Sólo una última pregunta: ¿Es cierta la leyenda urbana en la que se dice que repartes café gratis entre los profesores?

MC- Jajajajaja… ¿es cierto que regalas sobresalientes entre tus alumnos? Jajajajaja…

Profesor Francisco González.


Foto 1: A las 8:15 de la mañana, antes del café.
Foto 2: A las 13:30 del mediodía, tres cafés después.