miércoles, 23 de octubre de 2013

La Juerga de la Huelga

huelga1. (De holgar).
1. f. Espacio de tiempo en que alguien está sin trabajar.
2. f. Interrupción colectiva de la actividad laboral por parte de los trabajadores con el fin de reivindicar ciertas condiciones o manifestar una protesta. Huelga ferroviaria. Huelga indefinida.
4. f. Período de tiempo que media sin labrarse la tierra.
5. f. p. us. Recreación que ordinariamente se tiene en el campo o en un sitio ameno.
~ a la japonesa:1. f. huelga que realizan los trabajadores aumentando el rendimiento de su trabajo para crear a la empresa un excedente de producción.
~ de brazos caídos:1. f. huelga reivindicativa o de protesta que se practica en el puesto habitual de trabajo permaneciendo inactivo.
~ de celo:1. f. huelga consistente en aplicar con meticulosidad las disposiciones reglamentarias y realizar con gran lentitud el trabajo para que descienda el rendimiento y se retrasen los servicios.
~ de hambre, o ~ del hambre:1. f. Abstinencia voluntaria de alimentos, practicada durante un tiempo o, a veces, con carácter indefinido, para forzar los sentimientos de quien puede conceder lo que se pide.
~ general.: 1. f. huelga que afecta simultáneamente a todas las actividades laborales de un lugar.
~ revolucionaria:1. f. huelga que responde a propósitos de subversión política, más que a reivindicaciones de carácter económico o social.
~ salvaje: 1. f. huelga que se produce bruscamente o por sorpresa sin cumplir los requisitos legales, en especial el plazo de preaviso.
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Creo que la primera vez que tuve conciencia de la palabra "huelga" y de su significado fue el 20 de junio de 1985: la "Primera Huelga General de la Democracia". Como si estuviéramos en Kansas y se avecinara tornado, recuerdo el miedo y el pánico social que se generó. Encerrados en casa, con un par de películas VHS alquiladas (juraría que una de ellas era Flah Gordon, pero no estoy seguro), un día en el que ni la televisión se atrevió a emitir programas grabados o de archivo.Y es que, señores, aquello era una huelga general.Y como los judíos en Egipto la noche de la matanza de los primogénitos, el personal estaba muy acojonado con lo que podría pasar si se les veía por la calle.
1985. Ahora mismo nos encontramos a las puertas del último trimestre de 2013 y el panorama es bien distinto. Las huelgas, como los antiguos "Petit Suisse", se dan de dos en dos (si no de tres en tres): las nacionales y las autonómicas, las de sindicatos y las de trabajadores (no, no me he equivocado), las de profesores, las de padres y las de alumnos...
Si creen que tenemos exceso de leyes educativas en lo que va de democracia... mejor que no cuenten las huelgas vividas.Y es que -continuando con el paralelismo- si cada sistema implantado es peor que el anterior, cada huelga que se pone en marcha cuenta con menos empuje y efectividad. Desengañémonos, la huelga es una medida de otros tiempos: en el siglo XXI, hacer una es como viajar a América en carabela: hacer... se puede hacer, pero existen formas más prácticas y eficaces de llevarlo a cabo.
¿Creemos que con paradas de uno/dos días logramos fastidiar al sistema? Es más, ¿lograríamos pararizarlo todo con, por ejemplo, una semana, un mes de inactividad? Hace años que el sistema prescindió del factor humano para sostenerse. Ya no somos pilares, sino engranajes. Y como tales, piezas intercambiable por otras menos cualificadas, peor pagadas e infinitamente más manejables y moldeables. El sistema espera las huelgas con los brazos abiertos.
Además, ¿hasta qué punto puede resultar ético ir a la huelga cuando tantos ciudadanos carecen de ese derecho simplemente porque se encuentran desempleados? ¿De veras buscamos su apoyo, comprensión e implicación? Si se critican las reivindicaciones del profesorado por sus vacaciones y su calidad de funcionarios, ¿cuánto habrá que esperar las dirigidas a otros colectivos simplemente porque... tienen trabajo?
En este país, si de verdad queremos hacernos oír, solo tendríamos que ir a trabajar. Que desarrollar nuestro trabajo con toda normalidad. Nuestra labor... y punto. Cumplir los horarios a rajatabla, elevar dudas laborales y legales a responsables, superiores y sindicatos, desarrollar la tarea para la que se nos ha contratado... Ser un profesional de los de legislación y convenio laboral en mano.
Pongamos de ejemplo, por la inminente jornada de huelga, al sector en el que trabajo: como profesor, nada de concertar con las editoriales libros de texto para el próximo curso (a copiar apuntes), nada de uso de las nuevas tecnologías (la administración no nos da material para la preparación y realización de este trabajo), nada de consumir en la ciudad a la que te destinan (alimentación, ropa y demás... de casa), elaboración y corrección de exámenes y trabajos en horario laboral (ya sacará el hueco encargando actividades en clase), ni extraescolares ni complementarias (¿excursiones? que los lleve papá y mamá, ¿jornadas culturales y charlas? que las organice el ayuntamiento, ¿venta de polvorones y lotería? ¡teskiyá!), delimitar el fin de curso al 30 de junio a las 14:45h (ni viajes, ni foticos, diplomas y actos propagandísticos)... Abramos las puertas a todo el que quiera ver el estado de las instalaciones educativas en las que su hijo pasa más de 30 horas semanales, acompañémosle en su visita, realicemos auténtica labor de piquete informativo. 
Seguro que contaríamos con editoriales, agencias de viajes, empresas de autobuses, grupos teatrales, museos, ayuntamientos, comercios, bares..., e incluso con padres y madres, de nuestro lado apoyando nuestras reivindicaciones.

Si bien la huega es un derecho ganado con sudor y sangre, está siendo más que evidente su agotamiento, la falta de fuelle que tiene en la actualidad. Quizás va siendo hora de comenzar a pensar en acciones reivindicativas con las que hacerse escuchar más que hacerse criticar.

3 comentarios:

Lidia Caraballo Alegría dijo...

Muy bien dicho. Una Jornada de Puertas Abiertas para que los padres se dieran cuenta de que ni siquiera disponemos de pizarras en condiciones que sus hijos puedan ver sin parecer que tienen el baile de San Vito.
Y yo preparando Halloween! Manda webs!

Marian dijo...

Tenía mis dudas, pero....acabas de convencer a una indecisa!!

Anónimo dijo...

Fran, queremos este año el Friki mensaje del rey III.