martes, 3 de mayo de 2011

BIN LADEN PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES

Cinematográficamente, la película ha terminado. En unos segundos, fundido en negro, títulos de crédito, se encenderán las luces, volveremos a la realidad y saldremos de la sala.
Para qué engañarnos, muerto el malo se presupone el suspiro de tranquilidad de los buenos, la aparición de las fuerzas del orden (siempre tarde) y la alegría y algarabía general. No hay mucho que aportar a la historia, y directamente, se corta.
Días como hoy habría que ir libreta en mano tomando notas, comentarios y chascarrillos (por no decir, nuestros propios pensamientos) de todo lo que se va hablando a nuestro alrededor. Porque la noticia es el final de Bin Laden, pero la sensación que tiene el alumnado no va más allá de la de la (justa) muerte del villano de la película.

En un principio podría verse como el reflejo de la edad (la de ahora y la que tenían el día del ataque a las torres gemelas, 10 años antes), su falta de madurez, lo excesivamente simple de su forma de pensar... pero profundizando un poco, todo nos puede llevar a pensar en que los estereotipos del cine hollywoodiense (y con él aquellos principios y valores de una sociedad norteamericanamente yanki)
a) La waldisneyzación mental
Aunque Bin Laden pudiera asemejarse más con el malo de la Jungla de Cristal que con una madrastra, la forma de desaparecer de la película de sus vidas ha sido la típica de la fábrica de los sueños: dulce, pero tajante: No se le ve morir, ni siquiera se puede observar su cuerpo yacentes, pero se sabe que están muerto.
(Atención spoilers) la madrastra de Blancanieves;las brujas de la Bella Durmiente y de la Sirenita; el malo de la Bella y la Bestia, del Jorobado de Notre Dame, del Rey León, Up... (fin spoilers)
No es por nada que el fin de este hombre les haya supuesto, más que alivio... una sensación ya conocida.
b) El ojo por ojos
Que muchos americanos salieran a la calle a festejar el fin del terrorista no me extraña (teniendo en cuenta aspectos como su psicosis post 11-S, la posesión de armas, la pena de muerte...), pero que una generación que se ha criado en una sociedad más o menos tolerante como la nuestra (con sus fallos, y sus virtudes) piense así...
El "tenía que morir" fue prácticamente unánime en el aula. Y más allá de la equiparación implícita de la vida de una persona (sea quien sea y llámese quien se llame) con la de las miles que fallecieron como consecuencia de sus actos... la facilidad y ligereza con la que el alumnado habla de asesinar más allá de juicios... No deja de ponerme la piel de gallina.
c) Y ahora qué
"¿Qué de qué?"
Aparentemente, la historia acaba en el mar, donde supuestamente su cuerpo es arrojado. La cámara se aleja, toma general y títulos de crédito. Y no hay nada más que reseñar. Nada hay que decir, aportar... temer. Porque todo forma parte de la misma película (una sobre el 11S, un atentado en dos edificios donde murieron más de dos mil personas)
"¿Respuestas? ¿venganza? ¿Un posible sucesor?" Tiene pinta de formar parte de otra película, una segunda parte...
d) En conclusión...
"Por cierto maestro... ¿hace una porra? ¿Cómo acabará el Barça-Madrid de esta noche?"

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